jueves, 5 de febrero de 2009

Los jugadores metieron la pesada


“¡Después no te quejes!” le dijeron los futbolistas a un fotógrafo que intentaba tomar imágenes de los incidentes en la Ámsterdam. Maximiliano Arias le tapó el lente de la cámara y le dijo que enfoque hacia la cancha.

Futbolistas del plantel principal de Peñarol amenazaron a un fotógrafo que tomaba imágenes de la hinchada en el partido en el que los carboneros empataron sin goles ante Independiente de Medellín. “¡Después no te quejes!”, le advirtieron al reportero gráfico, según informó este jueves El Observador.

La gallina inflable reapareció en la Ámsterdam cuando promediaba el primer tiempo. Minutos después, los parciales carboneros protagonizaron incidentes en el primer anillo de la cabecera, que derivó con una persona herida, que debió ser atendida por personal que se encontraba en la ambulancia dentro del terreno de juego.

Iván Franco fue uno de los reporteros gráficos que tuvo problemas con los jugadores, que entraron en una fuerte discusión con los fotógrafos que estaban ubicados cerca del banco de los suplentes. “Cuando empezaron algunos tumultos en la Ámsterdam y estaba tratando de sacar fotografías, se me acercaron casi todos los suplentes de Peñarol y Arias me tapó el lente de la cámara: ‘No saques los líos. Enfocá para la cancha´, me dijo él y alguno de sus compañeros”, explicó Franco a El Observador.

Ante la sorpresa por la reacción de los futbolistas, decidieron dialogar con los integrantes del cuerpo técnico. “Me acerqué al preparador físico (Nery Machado) pensando en que como es un adulto, se podría hablar más tranquilo. Pero me contestó lo mismo. Entonces le dije: ‘Yo sé cómo hacer mi laburo. Ustedes hagan el suyo”, explicó Franco a El Observador.

Tras el altercado entre jugadores y reporteros, le gritaron en tono amenazante desde el banco de los suplentes: “¡Después no te quejes!”.

Los jugadores mirasoles defendieron a la hinchada para que no se vea perjudicada por la fotografía. Apalearon a los mismos que, minutos después, los silbaron, los insultaron y terminaron apedreándole el ómnibus en el que se trasladaban hacia Los Aromos.

(Observa)

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