martes, 9 de octubre de 2007

Editorial Voces del Frente, 20.09.2007



No se asombre si en el futuro próximo,
todas las imágenes aparecen así.
Personajes anónimos, gente sin rostro.
Todos taparemos las caras.
Se acabó la fotografía como arte.
Se eliminan las fotos de los medios.
En estos días nos enteramos del disparate.
Un señor hace juicio por esa foto de su niñez.
Argumentando su condición de menor de edad.
Hubo una abogada que vio el filón.
Hubo jueces que lo avalaron.
Hubo quien pagó en silencio.
Y comenzó el circo.
Ya hay dos nuevos juicios por la misma foto.
Esto hace acordar al relato de Rousseau:
“Un vivo cercó un campo y dijo esto es mío,
y hubo un bobo que le creyó.
Ahí nació la propiedad privada”
La libertad de prensa en nuestro país, sabemos,
tiene un largo camino por recorrer.
Pero ahora se le agrega un nuevo obstáculo.
¿Como aceptar callados este veredicto?
¿Cómo permanecer indiferentes a este atropello?
¿Cómo no protestar frente a esta barbaridad?
No sólo está en juego la libertad de expresión.
También se juega con el trabajo de muchos.
¿Quién va a querer sacar fotos desde ahora?
¿Se imaginan los posibles 8000 juicios de los hinchas,
fotografiados un domingo en la Ámsterdam?
Suena ridículo pero es una posibilidad.
Ya asistimos a la medicina judicalizada.
¿Será el nuevo curro la judicalización de la imagen?
Hay una ley de prensa en proceso.
Este fenómeno no puede quedar afuera.
Mientras tanto, no podemos transar con el chantaje.
No pueden dejar de funcionar los flashes.
No deben dejar de abrirse los obturadores.
No es posible que no enfoquen los teleobjetivos.
Esta pelea nos corresponde a todos.
Como en Fuenteovejuna.
Todos somos Nancy Urrutia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, acabo de escuchar la entrevista de Martín en M24 a través de internet.
Concuerdo plenamente con el absurdo de la situación y me gustaria dejar el apoyo solidario para los periodistas, artistas y todo y cualquier profesional de la comunicación.
Lo que mas impresiona es el atraso de la legislación en plena época digital. Este tipo de actitud, tanto del demandante como de los poderes involucrados, va a contramano de todos los fundamentos de la cultura de la inteligência colectiva proporcionada por los nuevos medios y las nuevas formas de distribución de contenidos.
Triste ejemplo que nos coloca en la vanguardua de una nueva forma de vigilancia y control.

Fernando Velázquez

Anónimo dijo...

Es aberrante. Como si dentro de unos años yo le hiciera una demanda a El Espectador y a Fernando Torrado (p ej) por una entrevista que me hizo el año pasado sobre locas propuestas como mitología y escritura que desarrollo a la fecha: capaz que en un futuro me quiero dedicar a la diplomacia, la especulación en la bolsa o cualquier otra cosa donde un perfil tan volado no sea una buena carta de presentación, y quiero borrarlo del mapa! Pero el documental es documento, la foto, el video, la grabación. Un político que se cambia de partido también podría aducir que perjudica su imagen actual que sus opiniones previas estén disponibles, etc. Lo veo como una forma más de la censura.

Ni Xuxa pudo librarse de su etapa porno, y ahí siguió tan campante con su club de "bajitos"!!! Y una cosa es salir inadvertidamente en un anuncio publicitario, y otra cosa es salir en un hecho documentable de la realidad. Un fotógrafo periodista no puede cargar con ese fardo.