viernes, 10 de febrero de 2012

Sobre PERIODISMO CIUDADANO Y SIN SENTIDO (la diaria, 10-02-2012)

Sobre PERIODISMO CIUDADANO Y SIN SENTIDO (la diaria, 10-02-2012)

Mauricio,

tu nota “Fotoperiodismo ciudadano y sin sentido” (la diaria, 10-02-2012) expresa un malestar que no termino de entender. Lo que las imágenes que citás disparan no es sólo show mediático, morbo y “simulacros comunicativos”. En lo que a mucha gente concierne las fotografías tomadas en la cárcel de Abu Grahib pueden ser “fácilmente decodificadas como la acción destructiva del imperialismo estadounidense”. El video de los soldados uruguayos en Haití como prueba de que nuestro ejército sigue enfermo de sadismo y de que eso es inseparable del modo como hemos procesado sus crímenes del pasado. Otros discursos podrían articularse en torno a las imágenes del policía roceando gas pimienta sobre estudiantes en California o sobre los patovicas de Piriápolis. Por otra parte, que en todos estos casos los responsables inmediatos hayan sido legal o socialmente sancionados por sus crímenes y que esto haya ocurrido porque las imágenes fueron divulgadas es un mérito de ese “modelo de comunicación” “que todo lo ve y lo cuenta”. En cuanto a los responsables no inmediatos, ninguno se libra de la sanción social y, ahora, global, aunque zafen de los tribunales. El refrán que dice “qué le hace una mancha más al tigre”, se equivoca. Cuando los crímenes se documentan y si divulgan hay consecuencias de corto plazo y hay consecuencias de largo plazo.

La abundancia de imágenes documentales que se deriva de los cambios tecnológicos quizás sea un dolor de cabeza para los fotógrafos profesionales que vemos redefinido nuestro coto. Ya no basta con que tengamos la foto porque muchos la tendrán. O tendrán otras parecidas. Cada día se espera de nosotros algo más que haber estado allí. Lo que no veo, al menos en los casos referidos, es cómo la divulgación de las imágenes de ese “periodismo ciudadano” podría ser perjudicial para el conjunto de la sociedad. Es cierto que las imágenes son mudas y fragmentarias: pequeños cuadros silenciosos capturados en fracciones de segundo. Necesitan relatos que les den sentido. No pueden prescindir de las palabras. Pero tampoco las palabras pueden decir lo que las imágenes “dicen”. Sin fotos y sin videos, la impunidad sería mayor de lo que es. Cuando salen a la luz nadie, ni siquiera el presidente de los Estados Unidos, puede hacerse el distraído y las consecuencias vendrán. Un mundo sin fotos, o un mundo en el que ya no podamos confiar en las fotos, me daría terror. No importa quién las tome.

Ricardo Antúnez

2 comentarios:

Daniel dijo...

Ricardo,
cuando leí la nota en la diaria sentí la misma incomodidad de lo que tu bien expresas con palabras. Concuerdo contigo en todo.
Cuidado con no dejarse "endulzar" con la forma atrayente y eficaz que tiene Mauricio en su redacción.

Mauricio Bruno dijo...

Ricardo,
por esas casualidades de la web acabo de dar con esta entrada recién hoy, a más de un mes de mi columna de la diaria. Así que, aunque tarde, aprovecho para hacer esas precisiones que solo se pueden hacer cuando alguien las pide.
La molestia que no terminás de entender es con la forma en que nos aproximamos a las imágenes hoy día. Y cuando digo "nos", aclaro, asumo necesariamente una generalización que, antes que negar el hecho de que no hay una sola forma de aproximarnos a las imágenes, busca definir una tendencia creciente, una línea que va ganando lugar y que es típica de la cultura de masas.
Mi punto es que el registro permanente y absoluto de fenómenos repudiables como cualquiera de los que menciono en la columna puede tener consecuencias totalmente distintas a la generación de una conciencia crítica sobre ellos y que, hoy día, esta es la regla y lo otro la excepción. Pienso por ejemplo en las repetidas imágenes del hambre en África, que lejos de contribuir a instalar una reflexión sobre sus causas sociales e históricas, han hecho de los africanos algo así como una película triste y aburrida, de esas que mueven por un segundo la indignación y la repulsa y que en seguida obligan a cambiar de canal porque "ya basta de malas noticias".
Por eso creo que las consecuencias "a largo plazo" no derivan de que los crímenes se documenten y divulguen, sino de que se pongan (de que se puedan poner) en sentido. Recordemos por ejemplo que en el caso del video de los soldados en Haití circularon versiones que decían que en realidad era todo una jodita y que el abusado no era tal pues en realidad se "había dejado". Entonces el debate pasó a ser cuestión de píxeles, de resolución de la cámara, de si se llega o no a ver un atisbo de sonrisa en la cara del haitiano, pues eso podría probar, para el modelo comunicativo que todo lo ve y lo cuenta, que en verdad no hubo tal abuso. La imagen, entonces, obtura la crítica, impide su aparición pues todo lo que importa puede y debe resolverse en la misma imagen. Y los que nos convencemos de que esa imagen es una prueba de "que nuestro ejército sigue enfermo de sadismo y de que eso es inseparable del modo como hemos procesado sus crímenes del pasado" somos los que ya estábamos convencidos de antes, mientras que para el modelo de la comunicación masiva la cuestión se reducirá a un debate estilo "Esta boca es mía": si cree que los militares desequilibrados y alterados abusaron sexualmente del joven haitiano, vote A; si cree que todo se trató de un negro pobre que quiere sacarle plata al Estado uruguayo a través de una demanda, vote B. Y la ocupación militar de Haití ni siquiera llega a problematizarse porque (y Fernández Huidobro te lo podría decir con toda legitimidad) eso no tiene nada que ver con el video.
A mí no me da tanto temor un mundo en que no podamos confiar en las imágenes cómo uno en que, cada vez más, hay solo imágenes, imágenes que ya no son el indicio o la sombra de algo (si así fuera podría problematizarse la correspondencia entre ese algo y su representación, y ahí aparecería la crítica), sino que se han convertido en objetos puros y completos en sí mismos cuyo problema no es que mientan sino que la verdad que construyen dependa de su cantidad de píxeles.
De paso agradezco tu respuesta (lástima, nuevamente, que haya tardado tanto en enterarme de ella) porque soy un convencido de que hace falta mucha discusión sobre estas cuestiones y de que a veces tememos darla por el solo hecho de que capaz que no estamos de acuerdo.