miércoles, 2 de septiembre de 2009

El miliciano caído de cerro muriano

Amigos, respecto a la foto icónica de la guerra civil española, las versiones regionales de El Periódico de Catalunya publicaron el miércoles 2 de septiembre pasado la nota que encontrarán linkeada en el título.
En parte ésta dice:

Las 40 fotografías de esa jornada, expuestas en las muestras Això és la guerra! Robert Capa en acció y Gerda Taro del Museu d´Art de Cataluña, y los catálogos que las recogen, han permitido identificar sin lugar a dudas el paisaje: se trata de la loma de Las Dehesillas, junto al casco urbano de Espejo (Córdoba) y a unos 10 kilómetros del frente. El cambio de ubicación en 50 kilómetros cambia toda la historia y confirma definitivamente que la secuencia estuvo preparada. En Espejo solo hubo lucha entre el 22 y el 25 de septiembre, al mismo tiempo que la fotografía era publicada en la revista francesa Vu y 20 días después de que los fotógrafos dejasen Cerro Muriano el 5 de septiembre (pudieron parar en Espejo uno o dos días antes o después). Espejo era el atrincherado cuartel general de la fuerza de carabineros, militares y milicianos mandada por el comandante Joaquín Pérez Salas, las posiciones franquistas más cercanas estaban a 15 kilómetros, en el pueblo de Montilla, y la colina está orientada hacia localidades que esos días estaban bajo control republicano, no rebelde. Que en estas circunstancias, mientras los milicianos y los fotógrafos hacían el tonto íalgo que acabó reconociendo el biógrafo de Capa, Richard Whelaní se escapasen varios disparos desde el frente enemigo y que acabasen con la vida de al menos tres milicianos (las fotos muestran a dos de ellos cayendo abatidos y tres cuerpos tendidos en el suelo), sin dejar ningún herido, entra de lleno en el campo de lo inverosímil. Aún más cuando ni los partes militares recogen acciones ni los recuerdos de los combatientes registran bajas a principios de septiembre.


Seguramente Capa apostó como muchos otros fotógrafos de guerra a lo verosimil, y la imágen en cuestión fue una más de las vendidas a Vu. El no tenía idea del camino que recorrería su foto. Es el viaje de la mera fotografía a convertirse en parte de la iconografía de un hecho histórico. La pregunta -con muchas posibles respuestas- entonces es: ¿La foto, queda invalidada por su falta de lealtad con la verdad, o es igualmente válida por su condición icónica?

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