de profesion y profesionalismo

Algunos fotógrafos, que integramos APU, tuvimos la semana pasada una reunión con integrantes de Plenaria. Nos hubiese gustado que gente de otras organizaciones participara pero no logramos convocarlos; de todos modos quienes fueron se comprometieron a trasladar nuestras inquietudes.
No ahondaré en la detalles de la reunión porque este no es un sitio gremial, pero si quiero destacar algo de lo planteado.
En un momento se trató el tema de la rigurosidad informativa, y alguien puso como ejemplo la falta de conocimiento que tiene la prensa respecto a las organizaciones.
Creo que a priori podemos caer en la tentación de trasladar esa falencia, que estoy convencido tenemos, a nuestro colegas escribas, periodistas, perdón. Pero me parece que es un camino fácil. Lo cierto es que nosotros no somos, no podemos ser, exclusivamente proveedores de imágenes.
Nuestras fotos van, por lo general, firmadas con lo cual nos estamos comprometiendo en la difusión de un punto de vista personal; por tanto la información que acompaña a esa imagen debería ser exacta, rigurosa. Está claro que no decidimos los títulos de las notas ni el contenido de lo escrito, eso también por lo general lleva firma y por tanto sobre ello hay una responsabilidad asumida. Pero tal vez podamos preocuparnos más por la leyenda de las fotos. No es lógico retomando el ejemplo de la reunión que aparezca un foto con integrantes de una organización X y que en el pie de foto se diga que son de Plenaria o de cualquier otra que no sea X. Se me podrá decir que es difícil sacar la foto y preguntar, sobre todo cuando no te quieren hablar, pero saberlo hace a nuestro ser profesionales. Los fotógrafos de agencia, que tienen mayor independencia respecto a la redacción que los fotógrafos de diarios, saben que es imperativo que en el caption de sus fotos aparezca claramente de quien se trata la imagen, y así lo hacen, por tanto no es imposible, preocuparse porque esa información llegue al editor es responsabilidad o debería serlo, del fotógrafo.