sábado, 2 de junio de 2007

La imagen democrática de la fotografía y la globalización



Gente:
Cliqueando el título se accede a un artículo polémico de Pedro Meyer.
Si bien en lo personal discrepo con algunos puntos, creo que vale la pena leerlo ya que plantea varios temas de actualidad.
Abrazos

6 comentarios:

x dijo...

Debo decir que nunca he sido admirador de la obra de Pedro Meyer, sus sicodélicos fotomontajes simplemente no me atraen, no me transmiten nada. Me parece además un desperdicio usar una técnica como la fotografía, con el valor documental que la misma tiene, para realizar fantasías que algunos llaman arte. Esta claro que las fotos no son la realidad, para empezar, como dijo mi amigo el Gege (siempre austero y certero en sus apreciaciones) la realidad no es bidimensional, pero es una huella de la realidad, eso es indiscutible, y esa facultad, dentro de las artes plásticas solo la tiene la fotografía. Por eso ha sido utilizada desde que nació para trabajos documentales y periodísticos.
Ahora bien, hasta aquí no hay ningún juicio de valor o cuestionamientos éticos a la obra de Pedro Meyer, simplemente he hablado de preferencias estéticas, sin embargo un editorial en ZoneZero de este autor, que leí recientemente, sí me genera cierta molestia. En el mismo se defiende a fotoperiodistas que han alterado el contenido de sus imágenes agregando o quitando cosas, algo similar a lo que él habitualmente hace. Me molesta porque Meyer, que no es documentalista ni fotoperiodista, al menos la parte que yo conozco (no he profundizado en su obra porque no soy masoquista), pretende marcar normas éticas en una profesión que no es la suya (si alguna vez veo un artículo periodístico ilustrado con una foto de don Pedro, lo primero que me pregunto es si es real o un invento de él), y porque además mea fuera del tarro. Su posición es que los redactores también mienten cuando escriben y no se los sanciona, que la prensa cuando da noticias nunca es objetiva, por lo tanto “vale todo”. Y no es así, la credibilidad en periodismo es el capital mas importante y es lo que hará sobrevivir al fotoperiodismo, si se pierde eso, esa certeza de que es huella de la realidad, se acabará este lindo oficio que algunos hemos abrazado con verdadera vocación, y que no estamos dispuestos a que se lo degrade al vale todo.
En cuanto a éste articulo en particular, debo decir que me genera una especie de rechazo visceral, veo en él a un tipo obsesionado por las últimas tecnologías, pertenece a cierta fauna, presente en todos lados, que siempre está comentando el último adelanto de la Canon Nosequé, o el Photoshop CS47, o maravillado por las 500.000 fotos suyas que millones y millones de personas en todo el planeta podrán ver, o la evolución de la relación capacidad-precio de los discos duros etc. etc. No es que esté mal estar informado de tales cosas, al contrario, en nuestra profesión es necesario, de lo que hablo es de ese fanatismo donde las fotos en sí, pasan a un segundo plano, la composición, el clima, la sensibilidad, son cuestiones que no atraen demasiado a estos individuos. Estoy seguro que todos conocemos alguno ¿o me equivoco? Nunca he sido partidario del elitismo en el arte, y saludo por eso la democratización de que habla Meyer a partir de internet, pero tampoco me subo a ese deseo de megamasividad fuera de escala humana ¿quién va a mirar el medio millón de fotos de Meyer y los millones de fotos de los millones de fotógrafos del mundo? No será mejor ver exposiciones hechas con cariño y dedicación, dedicándole a cada foto y a la muestra en general el debido tiempo, a una muestra donde el autor es tan masivo que tal vez no sabe como es el lugar donde se van a mostrar las fotos o cual es el público que las va a ver, o lo que es peor, ni siquiera se preocupa por la edición!!, les da un banco de imágenes y listo, elijan y cuelguen lo que quieran y como quieran…
Como síntesis se me ocurre este paralelismo: Meyer es como el cine estadounidense, a mi me gusta el francés.
Iván

Un tal Iván dijo...

Perdón que diga Jorge al comienzo de el comentario anterior, lo envié, por error desde otra cuenta. Soy el tal Iván de siempre.

Daniel dijo...

Bó, Iván-Jorge!
Me asusté cuando ví ese "Jorge" al inicio, aunque creo que Jorge debe de coincidir en varias de las cosas que tu escribes.
Me alegra sobremanera de subir artículos polémicos, p' activarnos las neuronas dormidas con tanto frío invernal.
Sobre Meyer, creo de que sí, las hay, muchas de sus posiciones "digital-cibernético-fundamentalista" que son muy cuestionables. Pero Meyer tiene un gran mérito, y es el de haber creado ZoneZero, donde se cuida mucho de incluir trabajos de todos los estilos de fotografía, dando un gran espacio al fotorreportaje - documentalista. Paso otro link sobre el tema "retoque-prensa", también subido en ZoneZero, que si bien no es de ellos, vale la pena, ya que también patea el avispero. (copiar y pegar en el navegador que usen):

http://
zonezero.com/
magazine/articles/photofraud/index.html

Abrazos,
Daniel

PD: ¿Retiro del Blog la foto de P.Meyer? Demasiado culto a la personalidad, verdad?

AgustinZ dijo...

Es curioso, yo soy usuario de Zone Zero, tengo algunas fotos publicadas en el sitio y he leido varias editoriales de Meyer (no a la que hace mención Ivan). Y me imaginaba que Meyer sería un fotoperiodista "clásico", nunca me imaginé que hiciera "fotomontajes sicodélicos". La idea que uno construye a partir del sitio.

Un tal Iván dijo...

Hago referencia al Editorial nº 53
Noviembre, 2003
"En defensa del fotógrafo Patrick Schneider.
y las ficciones de un "Código Ético". Dentro del editorial hay un link a un debate sobre el tema.

PD: la foto de él dejála, si ve el blog le va a encantar.jejej

ricardo antunez dijo...

Yo también creí que estaba leyendo algo de Jorge!!! Ya llegará...

Coincido en algunas cosas con Iván. En su entusiasmo por los nuevos medios y por la libertad del artista Meyer, en más de una ocasión, olvida el valor documental, único y distinto, de la fotografía. A mi juicio, un error profundo en la comprensión de cuál es la naturaleza específica de este medio. En esa parte de su discurso, Meyer se ubica en la tradición de quienes creen que cuanto menos fotográfico, más artístico. Quienes sostienen que toda fotografía es un autorretrato: un espejo del alma y nunca del mundo. Vieja discusión.

Creo que lo que dice en este texto respecto al efecto democratizador de la tecnología internet es innegable. El asunto es qué hacemos con ese potencial, para qué buenos fines podemos usarlo. Pero también hay que relativizar la cuestión de la democracia. La cantidad de información hace que quienes puedan aprovecharla mejor sea 1) quienes tienen mayor capacidad para orientarse en ella. Y esa capacidad de discernimiento no se aprende en la red, me parece, y 2) quienes pueden convertir el conocimiento disponible en alguna forma de práctica, de acción. Y eso tampoco te lo da la red.

La idea de una muestra editada a partir de un archivo abierto me parece interesante. Es innovadora en el procedimiento. La idea, sin embargo, no es nueva. Es aquello de la obra abierta que se completa con la intervención de otro. Ese otro, en este caso, sería esa figura sobre la cual podríamos discutir: el curador: el tipo que en cada museo editará la exposición. Otro lugar de poder.

Comparto el deseo de Iván por las muestras hechas con cuidado y afecto, llenas de sentido, y a escala casi interpersonal: sabiendo quién las hace, para quién y qué significa. Una calidez que el escenario global no puede ofrecernos.